Los dos estudios de Marchi -Folhas Ultras e Impèrio, Nação , Revolução- permiten hacerse una buena idea de la evolución de la extrema derecha portuguesa desde los años cuarenta hasta el fin del Estado Novo en 1974. Como investigador de la ultraderecha española, su lectura me ha parecido interesante porque me ha permititido establecer unas primeras visiones comparativas entre la ultraderecha española y la lusitana y comprobar que sus trayectorias tienen más en común que de diferente.
En primer lugar, porque ambas obras dejan claro que la ultraderecha portuguesa constituye una suerte de aliada-enemiga de la dictadura, al igual que sucedió con la extrema derecha española en la España de Franco. En segundo lugar, porque explican las razones por las cuales tras el fin de la dictadura este espectro político fue incapaz de crear dejar una fuerza con representación permanente en el parlamento, como pasó en España después de la muerte de Franco. En tercer lugar, proque presentó dos polos urbanos -Coimbra y Lisboa- de gran similitud con los de Barcelona y Madrid en términos de centros importadores y creadores de ideología: en este sentido, Barcelona, como Coimbra, siempre ha sido más "modernizador". Por último, porque permite constatar que la descolonización no generó un movimiento ultranacionalista, como en España (a diferencia de Francia).
En definitiva, los trabajos de Marchi llenan un vacío académico para quienes investigamos la extrema derecha y me han permitido corroborar una hipótesis que sostenía: que la evolución de las extremas derechas del Midi europeo -Portugal, España y Grecia- es muy semejante y su larga ausencia de los parlamentos ha sido debida -en buena medida- a la existencia de dictaduras nacionalistas. En este aspecto, sus estudios acaban con tópicos de "excepcionalidades" españolas o portuguesas por lo que respecta a este espectro político al mostrar trayectorias parecidas en ambos países.
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